Nuestra amiga y compañera Judith dejó de existir a consecuencia de una penosa enfermedad en la ciudad de Caracas, el domingo 23 de agosto y sus restos fueron sepultados en su Valencia natal el pasado martes.se desempeñó con gran acierto como secretaria en el despacho de la presidencia. Posteriormente cumplió funciones en la Fundación “Pensar en Venezuela”. El pasado primero de mayo, con motivo de haberse celebrado el Día Internacional del Trabajador, el presidente del CIV, Ing. Enzo Betancourt, le hizo entrega, así como a los otros empleados y obreros, de un certificado de reconocimiento por años de servicios en el cual se especifica que es por la permanente dedicación y alto sentido de responsabilidad en el desempeño de sus funciones.
Judith se hizo además acreedora del inmenso cariño y aprecio de sus compañeros de trabajo. Fue una mujer de altas condiciones morales y grandes virtudes, poseedora de una gran espiritualidad y fervor religioso, siempre con el consejo y la orientación oportuna a quien se lo requería.
Con esmero, gran dedicación y vocación de servicio cumplió siempre las tareas que le fueron asignadas. En esta hora de pesar y dolor, hacemos llegar nuestras sentidas palabras de condolencia a su hija Jurimi Castillo, a su padre, Carlos Castillo, y sus hermanos, la Ing. Alba Castillo Padrón y Carlos Luis Castillo Padrón.
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Judith Maritza Castillo Padrón