El señor Ojeda Lobo fue un hombre de aquilatadas virtudes y altos principios morales, recto en sus procederes quien prodigó el bien entre sus semejantes. Fue el amigo leal y sincero. Con la orientación y el consejo oportuno, siempre tuvo palabras de aliento y estímulo para sus amigos, y supo ganarse el aprecio y cariño de todos quienes le conocieron. Fue un ciudadano ejemplar. Murió a los 85 años en la misma ciudad que le vio nacer. Francisco Ojeda Lobo se fue físicamente, pero su recuerdo perdurará para siempre. El acto del sepelio se llevó a cabo el pasado sábado 19 de abril en el Cementerio del Este.
En esta hora de hondo pesar, elevamos una plegaria por el eterno descanso de su alma, y hacemos llegar nuestras palabras de condolencia a su viuda, doña Olga Oropeza de Ojeda, a sus hijos Olga Otibel y Félix, así como a demás familiares y amigos.
Ing. Enzo Betancourt Ing. Giovanni Bianco
Presidente Secretario General
Caracas, 20 de abril de 2014