Un buen ingeniero posee capacidad para materializar un sistema o proyecto a partir de las descripciones teóricas. La capacidad de inventiva es una parte fundamental en el diseño. Pero un buen ingeniero no solo utiliza la inventiva para sacar adelante un proyecto en particular, sino que aplica esta cualidad a otras materias de su profesión. En un mundo globalizado como el actual, no solo sirve trabajar en muchos proyectos, también hace falta saber vender lo que produce y demostrar su valía a los futuros clientes. La capacidad de planificación también es vital para alcanzar los objetivos deseados y llegar a mayor cantidad de gente.
Tanto para ser ingeniero, como para ser emprendedor, se toma en cuenta que la etapa de aprendizaje no finaliza cuando se culminan los estudios universitarios, sino que esta etapa lo acompañará hasta el final de la vida laboral.
El Ing. Eduardo Páez-Pumar, miembro de la Comisión de Infraestructura de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, ha señalado que las herramientas de formación gerencial y emprendimiento, normalmente no se reciben en la universidad cuando se cursan los estudios de Ingeniería, Arquitectura o una carrera afín, sino que una vez graduados, tendrían que ir a instituciones como el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA) para buscar formación en esos campos.
Recordó que durante su gestión durante diez años como presidente de la Fundación Instituto de Mejoramiento Profesional del CIV (FIMP), se recuperaron los acuerdos de cooperación mutua con distintas universidades nacionales, entre ellas la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Universidad de Oriente (UDO), la Universidad “Simón Bolívar” (USM), el Instituto Pedagógico Nacional, y otras, con la finalidad de que la FIMP fuese una importante herramienta para nuestros profesionales, de manera que no solo pudiera entrar en ese proceso de aprendizaje continuo, sino también para que se puedan adquirir herramientas gerenciales financieras y de emprendimiento que le permitan al profesional montar su propia empresa. Esos convenios deben ser activados para que cumplan sus objetivos.
Dijo el Ing. Páez-Pumar que la FIMP es una institución que pertenece al Colegio de Ingenieros de Venezuela, y este, a su vez, es asesor del Estado en materias de su competencia y guardián del interés público. Por lo tanto la FIMP, ahora en su proceso de innovación, debe prestar mayor apoyo al Colegio de Ingenieros de Venezuela en esas asesorías, tales como la solicitada en fecha reciente por la Asamblea Nacional, y diversas alcaldías, de manera que la FIMP pueda servir de puente a esas asesorías técnicas y con el mismo equipo de profesores, o contactando especialistas en diversas disciplinas de nuestra profesión. Asimismo, la FIM debe canalizar nuevamente la estructura de los foros y conferencias sobre temas de actualidad, y que sirvan de complemento de la situación regular de los cursos que se dictan en la institución.
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El Ing. Eduardo Páez-Pumar, miembro de la Comisión de Infraestructura de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat.
