Entre ellas:
1) Desarrollo físico. El voleibol promueve la coordinación, agilidad y fuerza. Los movimientos como saltar, correr y golpear la pelota, ayudan a mejorar la condición física general.
2) Trabajo en equipo. Jugar en un equipo de voleibol fomenta la cooperación y el espíritu de colaboración. Las niñas aprenden a comunicarse, apoyarse mutuamente y trabajar juntas para alcanzar un objetivo común.
3) Disciplina y responsabilidad. El entrenamiento regular y los partidos también enseñan disciplina y responsabilidad. Aprenden a ser puntuales y a cumplir normas.
4) Habilidades sociales. El deporte les brinda a las niñas una excelente oportunidad para entablar nuevas amistades y desarrollar habilidades sociales. Esto puede ayudar a mejorar la autoestima y la confianza en sí mismas.
5) Diversión y recreación. A esta edad es importante que las niñas se diviertan y disfruten de sus actividades. El voleibol es un deporte dinámico y entretenido. No sólo contribuye al desarrollo físico, sino que también aporta beneficios emocionales y sociales, haciendo que sea una actividad integralmente positiva para las niñas.